Con su cinismo habitual a comienzos de año decía tener el partido más pequeño del mundo con tres miembros (él, Bayly y Ghersi). El partido fue ofrecido a Bayly para que postulara a la presidencia, pero en un cambio abrupto negoció con Alex Kouri para candidatear a la Alcaldía de Lima. De ahí surgió el mote "vientre de alquiler". Pero ya es historia. Por unos meses guardó prudente silencio, pero ahora, probablemente aburrido o buscando chamba, ofrece sus servicios sin el menor pudor.
¿Alguien por ahí que quiera ganar una elección en forma rápida y sencilla? Lea las recomendaciones de Barba, el hombre se la puede hacer linda. Lo que sigue es su columna de opinión publicada por el Diario Correo.
La última batalla
20 de Setiembre del 2010
Para los que no lo saben, en todas las elecciones hay fraudes y casi todos los candidatos preparan a sus personeros no sólo para defender los votos de su agrupación, sino también para hurtar furtivamente tantos votos como sea posible. Este fraude se da sobre todo en las mesas electorales, pero también en las oficinas distritales de la ONPE, que emiten resoluciones con resultados diferentes a los consignados en las actas. Es por estas razones que todo partido que compite en serio sabe que debe organizarse para evitar la distorsión de la voluntad popular. Suena fácil, pero no es tan fácil.
En primer lugar, no es sencillo encontrar representantes legales y técnicos calificados para acreditarlos ante los organismos electorales. En segundo lugar, se necesita de 31,455 personeros de mesa (más cinco mil suplentes) para cubrir todos los centros de votación. En tercer lugar, se requiere de una esmerada logística para entrenarlos, movilizarlos, atenderlos y, por supuesto, de un centro de cómputo paralelo al del JNE para saber dónde plantear nulidades. Si un partido tiene cubiertos estos detalles estratégicos, he aquí sólo dos ejemplos de lo que tal poder puede lograr: a) En los cerros de Lima y sus alrededores hay cerca de dos millones de votos con un marcado desinterés político; lo cual quiere decir que quienes pueden terminar confeccionando el acta final de escrutinio son los personeros de los partidos políticos. Esas miles de actas que en todas las elecciones se ven, donde casi todos los electores han votado por una determinada opción, o donde dos partidos se han dividido matemáticamente los votos, son claramente fraudulentas, pero absolutamente válidas. b) Gracias a las encuestas, todos los partidos saben en qué zonas irán de primeros, segundos o terceros. Con esta información se puede entrenar personeros para que las mesas con votación desfavorable sean nulas (basta agregar un dígito). En cambio, en los distritos totalmente favorables, los personeros serán capacitados para evitar cualquier nulidad.
No estoy diciendo que hay que hacer trampa; pero el que no se organice para impedirla, se llevará la sorpresa de su vida, tal como puede sucederle a Susana, que no tiene candidatos en 17 distritos de Lima. Una campaña es una inversión muy grande en todo sentido, y todo esto se irá al tacho si en la última y decisiva batalla, que es la hora de contar los votos, no estamos allí. "El que tenga oídos para oír, que oiga".
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